Bodega Palacio de Fefiñanes
Pioneros en la elaboración y comercialización de una variedad singular, la expresiva uva
Albariño del fértil Valle del Salnés, a la que dedican todos sus esfuerzos.
¿Dónde se encuentran la Bodega Palacio de Fefiñanes?
Bodega Palacio de Fefiñanes se encuentra en Cambados, municipio de la provincia de Pontevedra (Galicia).
Vinos destacados Palacio de Fefiñanes
El Origen de la Bodega Palacio de Fefiñanes
Palacio de Fefiñanes. La primera bodega gallega en comercializar un vino con marca y etiqueta. Es una bodega familiar que desde comienzos del siglo XX elabora algunos de los Albariños más prestigiosos y aplaudidos de Galicia. La bodega está ubicada en un palacio renacentista construido entre los siglos XVI y XVII declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Además, fue residencia de los señores de Fefiñanes y estuvo ligado a algunas de las familias más relevantes de la nobleza gallega de la época. Fue concretamente en el año 1928 cuando se registró la marca con un diseño elaborado por el artista compostelano Enrique Mayer que se mantiene vigente hoy en día.
La bodega se apoya actualmente en un pequeño viñedo propio de cepas centenarias situadas dentro de la propiedad. Además, se nutre también de un pequeño número de viticultores de Cambados. Fefiñanes produce unas 150.000 botellas al año distribuidas en tres marcas de vino: Albariño de Fefiñanes, elaborado de la manera clásica de los blancos de las Rías Baixas; 1583 Albariño de Fefiñanes, que recoge la tradición de elaboración en madera de la casa; y el Albariño de Fefiñanes III Año, con una larga crianza sobre lías. Desde su origen se vincula con la elaboración de vino. Una cultura que ha ido sedimentando el conocimiento del proceso vinícola a través de generaciones familiares. Pioneros en la elaboración y comercialización de una variedad singular, la expresiva uva Albariño del fértil Valle del Salnés, a la que dedican todos sus esfuerzos.
La Viticultura de la Bodega Palacio de Fefiñanes
Juan Gil de Araujo, Marqués de Figueroa: “Un vino debe hablar con nitidez de su paisaje, evocar la tierra que lo origina, ser fiel a su origen personal y diferenciador. Contamos con una gran aliada: la uva albariño, de una poderosa y universal sutileza en su carácter atlántico. Desde este paraíso de las Rías Baixas gallegas, inundado de un mar vivo y generoso, creador de una de las despensas más singulares del mundo, sus vinos aspiran incansablemente a testimoniar este suculento y mágico patrimonio de sensaciones únicas”. La bodega recoge la vieja tradición elaboradora de los pazos gallegos.
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