Este whisky ha madurado durante una década en una combinación de roble español y americano; previamente sazonados con jerez y whisky. La combinación aporta toques cítricos con un delicioso sabor a naranja cocida, así que son evidentes en la nariz y un el paladar. Gracias al proceso de destilación inusualmente lento, en alambiques de cobre especialmente altos, nuestro destilado posee un caracter dulce, afrutado y elegante. Los sabores se derivan de nuestro amplio conocimiento de la maduración en barricas de roble. Cada expresión tiene su propia personalidad única, respaldada por distintivas características que diferencian esta destilería - frutas maduras, cítricos, vainilla y un final especiado exquisito, todo encerrado por una cremosa textura y con un equilibrio complejo y aplomado.