Hermano del Amontillado 1955 pero con la diferencia de haber tenido una crianza biológica mucho más corta. En este caso, nos encontramos mayores aromas de oxidación debido a su larga crianza: vainillas, orejones, cacao, torrefactos. Fase gustativa igual de tensa, potente, ruda, licorosa y muy sutil. Larguísimo y persistente. 200 botellas para poder degustar este vino que celebra el cincuentenario de las soleras fundacionales de la bodega.