Elaborado con vino a base de uvas Macabeo y Xarel·lo, se le añade azúcar y la fórmula de hierbas pasado el invierno para reposar y afinarse en botas de castaño de los años 60 usadas en su tiempo para el transporte de vino y adaptadas hoy en día a la guarda del vermut. El resultado es un aroma especiado dulce donde destaca la canela y el clavo y un sabor cremoso y fresco con recuerdos de hierbas mediterráneas ligeramente amargas.