Se acerca Semana Santa y con ella la llega la esperada mona de Pascua
En fechas señaladas con platos o postres tradicionales toca buscar un buen maridaje para disfrutar de la experiencia completa. En esta ocasión, daremos protagonismo a la selección de vinos dulces y licores que completarán el momento de comer el postre típico de estos días.
Los más puristas dirán que originalmente la mona de Pascua no llevaba ni fruta confitada ni mantequilla. Y tienen toda la razón. Originalmente, era un bollo con un huevo en medio que se cocía al mismo tiempo que se horneaba. Históricamente, las tortas o bollos con huevos se encuentran en diversas celebraciones previas a la tradición cristiana que, con el tiempo, han ido evolucionando. Los huevos son una tradición que representa la fertilidad que supone la llegada de la primavera y que encontramos en prácticamente toda Europa.
La evolución más evidente es la de sustituir los huevos corrientes por huevos y figuras de chocolate o filigranas de crocante, que, a partir de mediados del s. XIX, se hicieron cada vez más espectaculares, especialmente en las pastelerías de las ciudades. Eran el regalo obligado de los padrinos o abuelos a sus ahijados o nietos hasta que cumplían los doce años y llevaban tantos huevos como años tenía el pequeño. El Domingo de Pascua se comía en casa con la familia y al día siguiente, el Lunes de Pascua, se hacía una celebración en el campo con amigos y familias cercanas.
¿Qué vino elegir para acompañar a la mona de Pascua?
La mejor elección son los vinos dulces blancos, con una buena acidez que equilibrará la dulzura. Un buen moscatel como Floralis o Alvear son una de las mejores opciones, ya sea una mona de fruta o de mantequilla. Un vino de hielo o un vino rancio también pueden ser una buena elección.
A la hora de elegir espumosos, el cava seco puede que no sea el más adecuado, pero hay un vino de aguja italiano, hecho en Piamonte, que, con la mona, es delicioso. Hablamos del Moscato de Asti, elaborado con la variedad moscatel, tal y como indica su nombre, de burbuja muy fina y baja graduación alcohólica, que resulta francamente delicioso.
Si sois de los que pasan de la mona y vais directamente a los huevos de chocolate, nada como un dulce de garnacha del Priorat como Nus de Mas d'en Gil o el Memòries del Priorat de Costers del Priorat. También un buen Oporto LBV como el Dow's Late Bottled Vintage será excepcional. Tanto si eres de fruta, como de mantequilla o directamente de chocolate, acompaña a la mona con un buen vino de postre.
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¡Salud!