Sorprende a tus invitados con estos dos vinos de Familia Torres elaborados con variedades ancestrales
Mirar hacia atrás para seguir avanzando. Y es que el proyecto de recuperación de variedades ancestrales trasciende lo puramente enológico. Con estas variedades también se recuperan y reivindican un patrimonio cultural y vinícola de Catalunya que apuntala nuestro futuro, ya que las mismas muestran un proceso de maduración tardío y una natural capacidad de resistir a las altas temperaturas y la sequía. Variedades que se demuestran necesarias ante el acuciante cambio climático.
Valor medioambiental
El valor medioambiental de las variedades recuperadas y su relación con el entorno natural radica en una asombrosa capacidad de adaptación a un nuevo contexto climático que acentúa un preocupante estrés hídrico. Esta mayor resistencia a la sequía se antoja fundamental en los vinos a elaborar en un futuro a medio y largo plazo.
Forcada, pirene, gonfaus, moneu y querol ya forman parte de un patrimonio ampelográfico que nos hablan de lo que fuimos; de lo que queremos ser. Son el resultado de un largo y apasionante proyecto de investigación que inició Miguel A. Torres, cuarta generación de Familia Torres, en los años ochenta y que están impulsando con determinación sus hijos, Miguel y Mireia, para cristalizarlo en vinos basados en la singularidad y autenticidad.
Todo lo que atañe a estas variedades recuperadas se lleva a cabo con suma delicadeza y con el mínimo de interferencias aromáticas para conocer la variedad en estado puro: se vendimian a mano, se utiliza una levadura neutra, las maceraciones son cortas, algunos vinos envejecen en barricas de roble francés de segundo uso, etc.
Valor enológico
El valor enológico de las variedades ancestrales va tomando forma en el alma de vinos muy mediterráneos, ricos en fruta y buena acidez. Vinos expresivos en su perfil varietal y que enriquecen las mezclas de algunas de las etiquetas más icónicas de la Familia Torres.
Clos Ancestral
Un vino ecológico de la DO Penedès, donde la moneu se suma al coupage de las variedades autóctonas tempranillo y garnacha, procedentes de cepas de entre treinta y cuarenta años, vinificadas por separado para garantizar el máximo potencial y expresión varietal.
Sobre la moneu:
Originaria del Penedès y reintroducida en la región en 2016, esta variedad muestra una intensa macedonia de frutos negros, fresca, elegante y de buena acidez.
Clos Ancestral Blanco
Es un vino ecológico de la DO Penedès que complementa la gama Clos Ancestral. Es el segundo fruto del proyecto de recuperación de variedades ancestrales que impulsa Familia Torres para combatir el cambio climático.
En este caso, la forcada completa el coupage junto a un pequeño porcentaje de la variedad autóctona xarel·lo, que contribuye a la complejidad aromática del vino y refuerza su identidad territorial.
Sobre la forcada:
Es la primera variedad blanca prefiloxérica recuperada y vinificada. Cultivada en el Alt Penedès, es muy aromática y de diferencial acidez, favoreciendo un gran potencial evolutivo. De perfil fresco, destacan las notas cítricas y de flor blanca.
