Vinos Jóvenes

¿Qué es un vino Joven?

Son los denominadosvinos del añoosin crianza, indicados para consumir en el añoen el que han sido vendimiados o siguiente. Por lo tanto, su embotellado tiene lugar inmediatamente después de realizar la fermentación alcohólica. Aun así, puede tener una mínima crianza y, catalogarlo como tal, depende de los límites temporales que establezca el Consejo Regulador de cada una de las Denominaciones de Origen. 

 

Vinos Jóvenes destacados

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  • Características de los vinos jóvenes y cómo identificarlos

    Los vinos jóvenes, ya sean tintos, blancos o rosados, y su ausencia de crianza potencia sin duda los aromas primarios y secundarios del vino, aquellos que provienen de las características propias de las uvas y de los procesos de fermentación.  


    Entre los aromas primarios encontramos aromas florales: rosa, jazmín, violetas, etc.; aromas frutales: fresa, frambuesa, cereza, pera, etc.; aromas vegetales: hierba, heno, etc.; o aromas minerales: pizarra mojada, turba, grafito, etc. 


    Entre los aromas secundarios, fruto de las fermentaciones alcohólicas, malolácticas o carbónicas, se encuentran los aromas de fermentación: pan, bizcocho, etc.; aromas lácticos: levadura, leche, yogur, etc.; y aromas amílicos: barnices, plátano, etc. 


    Podemos identificar que un vino es joven por su color, que suele ser rojo vino con detalles amoratados, por sus aromas que suelen ser muy frutales, y por su paso en boca, en el que se nota el tanino y la acidez. 

  • Cuándo consumir un Vino Joven

    El periodo recomendado de consumo de un vino joven está entre uno y tres años, porque la densidad de taninos que tiene es menor a la de un vino con crianza. Normalmente está elaborado para tomar en el mismo año que se producen. 
  • Diferencias entre Vinos Jóvenes y Vinos con Crianza

    En los casos de los vinos con crianza, éstos pasan por barricas de roble para su evolución y envejecimiento, y eso hace que desarrollen los aromas terciarios; matices más sutiles y efímeros, que nos recordarán al aroma de la madera, del café, del cuero, de las nueces, etc.

    Aparte de las diferencias aromáticas, otras que observamos generalmente en los vinos jóvenes, teniendo en cuenta que pueden variar, son los buenos niveles de acidez, los colores vivos y brillantes, un cuerpo moderado y un grado alcohólico alrededor de los 12 grados.

    Los vinos con crianza, por su lado, muestran atributos organolépticos más evolucionadas y complejos; mayor cuerpo y estructura, más untuosidad, colores más apagados, menor acidez y mayor concentración de alcohol.