El otoño nos trae una variedad de frutas como la uva, la granada y otras que parecen definir especialmente esta estación. Sin embargo, la más modesta de todas las frutas otoñales, y la que prolonga su presencia durante todo el invierno, es sin duda la manzana.
Se trata de una fruta mucho más versátil de lo que solemos imaginar, capaz de formar parte tanto de recetas dulces como saladas.
La manzana es considerada no solo muy saludable, sino también un símbolo mitológico y cultural, presente en numerosas historias. Su protagonismo se asocia a conceptos tan opuestos como la fruta prohibida del Paraíso, la manzana de la discordia que desencadenó la guerra de Troya, la rebelión contra el poder con Guillermo Tell, o incluso como símbolo de muerte, tanto en la ficción de Blancanieves como en la trágica historia de Alan Turing (y que acabaría convirtiéndose en uno de los iconos tecnológicos más reconocidos).
Si hay una variedad de uva cuyos vinos evocan el aroma de la manzana, esa es sin duda la chardonnay. En climas fríos, sus vinos recuerdan a la manzana verde, mientras que en zonas más cálidas evocan la manzana Golden madura.
Incluso el aroma de la manzana cocida tiene su lugar en el mundo del vino, aunque en este caso se considera un defecto, propio de vinos con exceso de oxidación.
Se estima que existen más de 7.500 tipos de manzanas, aunque suelen agruparse en tres grandes categorías según su color: rojas, verdes o amarillas. Por ello, su abanico aromático es enorme y, cuando hablamos de aromas de fruta blanca en los vinos, a menudo nos referimos a matices muy próximos a alguna variedad de manzana.
Maridaje de la manzana
La manzana se utiliza en cientos de recetas y ha llegado el momento de redescubrirla y maridarla. En ensaladas de col o kale, mezclada con coles de Bruselas y parmesano, en sopas de calabaza, patata o puerro, e incluso en masas para crepes, la manzana es un ingrediente creativo y un acompañamiento ideal para todo tipo de carnes.
En crudo, en ensaladas, carpaccios y entrantes, lo mejor es optar por vinos blancos jóvenes y frescos. Elige manzanas de textura firme y crujiente, como la verde, que además aportará un toque refrescante al plato. La manzana también combina a la perfección con quesos, frutos secos y embutidos, aprovechando su acidez, frescura y dulzor. Si prefieres mantenerte fiel al chardonnay, elige versiones sin crianza o un Chablis. Si no, una garnacha blanca fresca y ligera, como la prioratina Clos Farena, es una excelente alternativa.
Si al preparar cremas y veloutés otoñales añades una manzana cocida junto a las verduras, aportarás un matiz dulce y una profundidad que marida muy bien con vinos de mayor cuerpo. Un chardonnay con crianza o de clima cálido será una gran elección.
Ejemplo: Jean Leon Vinya Gigi Chardonnay
Como guarnición, relleno o salsa para carnes, las posibilidades de maridaje se multiplican según el tipo de carne y la preparación.
El pollo y otras aves combinan de maravilla con frutas y frutos secos, pero la manzana tiene la capacidad de realzar cualquier plato. La combinación de manzana y nueces es un clásico, aunque las avellanas también aportan aromas muy especiales.
Para aves, recomiendo un blanco con larga crianza, más denso y maduro.
P.E.: Milmanda o Marimar Estate La Masia Chardonnay
Con cerdo, la manzana también es un acierto. Una simple compota puede acompañar un lomo a la plancha, o bien una mezcla de manzana, ciruelas y romero para rellenar un solomillo, que marida perfectamente con tintos afrutados como una garnacha.
Ejemplo: Purgatori
La manzana también brilla en platos de inspiración oriental, como los curris, suavizando las especias, e incluso combina bien con el coco.
P.E.: Marimar Estate Acero o Miguel Torres Chile Santa Digna Chardonnay
¿Y con pescados?
Déjate sorprender por el efecto de la manzana verde en un tartar de atún o con salmón ahumado: aporta un contrapunto refrescante. Sé original y acompáñalo con un rosado fresco, ideal para cualquier época del año.
Ejemplo: Jean Leon 3055 Rosé
Pero la mayor sorpresa llega con el bacalao a la manzana. Una salsa a base de esta fruta, fácil de preparar, que encantará a todos los comensales.
En el momento del postre, las opciones son infinitas, desde las más clásicas hasta las más innovadoras, para disfrutar de la reina de las frutas otoñales.
¡Buen provecho!

