Elaborado con Xarel·lo y acompañado de otras variedades mayoritarias de la costa mediterránea, da un vino lleno de juventud, frescura, intensidad, diversión y versatilidad. De color amarillo pajizo, en nariz destaca por la intensidad aromática, con recuerdos tropicales y un inconfundible aroma del Moscatel de Alejandría. En boca tiene un buen equilibrio entre la acidez y el alcohol, dejando todo el protagonismo a la frescura y la juventud aromática.