Ribera del Duero: Tradición y modernidad que sabe seducir

 

Decir que en el Estado Español los bebedores de vino tinto se dividen entre los riojistes y los riberistas limita un poco a los verdaderos amantes del vino que también encuentran en otras denominaciones de origen vinos para satisfacer su paladar. Pero lo que sí es cierto es que ambas denominaciones se reparten el mayor corte de tarta a la hora del consumo de vino tinto tanto en casa como, sobre todo en los restaurantes españoles.

 

Si la D.O.Ca Rioja es la que durante muchas décadas ha mantenido cierta hegemonía en el reconocimiento internacional, los vinos de la D.O Ribera del Duero han ido ganando en notoriedad y reconocimiento, sobre todo a partir de los años 90 del siglo pasado.


¿Pero que tienen los vinos de esta denominación situada en la “meseta” española que han ganado incluso muchos adeptos entre los nuevos consumidores?

 

D.O. Ribera del Duero
 

Es curioso que en las encuestas encontramos una percepción de clasicismo, potencia y tradición como denominadores de los vinos ribereños, pero a la vez, cada vez más consumidores, hablan de nuevos estilos, elegancia y sutileza, destacando una diversificación en la elaboración de los vinos tintos más finos y más frescos. Pero tanto los bebedores más tradicionalistas como mis disruptivos coinciden en la calidad y larga tradición histórica de la denominación de origen.

 

Las más de 26.000 hectáreas de viñedos están situadas entre las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. A una altura entre 700 y algo más de 1000 metros son una de las situadas a mayor altitud, que condiciona mucho el clima de la zona que podemos calificar de mediterráneo continentalizado, con una gran amplitud térmica tanto estacional como diurna y nocturna.

 

El tempranillo, o como ellos le llaman tinto fino o tinta del país, madura lentamente, confiriéndole una gran calidad. También encontramos viñedos con un poco de cabernet sauvignon, merlot, malbec y garnacha. Pero sólo el albillo mayor está autorizada como variedad blanca.

 

Aunque el terreno es mayoritariamente calcáreo, las afloraciones de este mineral, junto con arcillas de los viñedos más cercanos al río o terrenos más pedregosos también aportan diferencias a la expresión según las subzonas.

 

Curiosamente la D.O. Ribera del Duero ha sabido posicionar algunos de sus vinos entre los más reputados (y caros) del mundo, mantener marcas clásicas que representan muy bien la concepción más clásica de la expresión de los vinos de la zona e, incluso, hacer que nuevas marcas con vinos con un estilo más moderno, más jóvenes, con una expresión sobre la fruta por encima de la crianza que han encontrado muchos adeptos entre los “nuevos” bebedores de vino, sobre todo tinto.

 

Los “robles” que cuando nacieron no podían tener menos de 6 meses de envejecimiento en barrica de roble, ahora, y gracias al Celeste Roble de la bodega Pago del Cielo, quedan incluidos en esta categoría vinos con sólo tres meses de envejecimiento. Una categoría que ha entrado con mucha fuerza en el momento del copeo o por comidas más ligeras como las tapas.

 

Actualmente la Ribera del Duero es capaz de ofrecer vinos de estilo y precio muy diferente para satisfacer muchos tipos de paladares, bebedores y bolsillos. Seguro que en El Petit Celler tenemos el vino tinto de la D.O Ribera del Duero que te satisfará.

 

 

Por Sergi Castro - Sommelier
@sergitannic